dimarts, 17 de maig del 2011

Un ensayo y una novela plantean los límites éticos del negocio farmacéutico

Un ensayo:

Laboratorio de médicos, de Miguel Jara (Península), propone en su ensayo un viaje al interior de la medicina y la industria farmacéutica a través del visitador médico, una figura cuestionada en esta obra por propiciar supuestos negocios, jugosos para su empresa pero a veces a costa de los intereses del paciente. Esta es la tesis de partida de Jara: la mayoría de laboratorios persigue la rentabilidad económica de sus medicamentos aunque a veces ello suponga pasar por alto los derechos del ciudadano.


Una novela:

La novela que denuncia las turbias maniobras de la industria farmacéutica es el subtítulo que Planeta ha usado como gancho con morbo para Dioses de bata blanca, la ficción que ha escrito un oncólogo de Barcelona, Josep Ramon Germà Lluch, director de Gestión del Conocimiento y jefe de servicio de Oncología Médica en el Institut Català d’Oncologia (ICO). Se enmarca en el mundo de los ensayos clínicos, el afán de éxito y las prisas para lograrlo. El escenario central es Barcelona y sus oncólogos estrella.
“Tenía la necesidad de contar que es posible denunciar cuando las cosas no se hacen bien”, afirma el autor. Siempre según su tesis, las prisas han llevado a que se produjeran muertes por efectos a largo plazo de fármacos que no habían sido suficientemente estudiados.

Fuente: La Vanguardia, 17 de mayo de 2011. Para leer el artículo completo: